jueves, 26 de noviembre de 2009

Acusatio

- ¡Fuiste tú! – Acusó en un grito furioso, cargado de ira- tú eres la autora de todo esto.
- Así es, no había más propósito que el engaño, la mentira, el dolor que pudiera ocasionarte. ¿Y qué me importa a mí los que sientas? ¿Qué me importa lo que pienses? Los que importa es la especie, la raza, la sangre… no las preocupaciones baladíes de una mera fantasía.

¿Una confesión? No era posible… Debería de haberlo negado, debería de haber dado una justificación coherente, plausible…. ¿La sangre? ¿La raza? ¿Qué diantres significaba todo aquello? Nadie en su sano juicio admitiría ser el autor de aquello, nada humano debería poder hacerlo… Una loca... Sí, eso era, una pirada, una demente, una bastarda hija de puta, es lo que era…

- No hay propósito bello –continuó-, sólo un error, sólo caos, sólo destrucción. Es necesario un nuevo principio, y para ello es preciso trazar un final. Aquí y ahora. La humanidad va a conocer un nuevo génesis. Desde este vertedero amanecerá un nuevo día para la especie, una nueva especie, mejor adaptada, más dotada. Superior.

¿Un error? ¿Qué coño estaba diciendo? Bastaba ya de charla insulsa, de charla incomprensible. ¡A la mierda las disertaciones filosófica! La ira tomo el control, el fuego se hizo con él... y entonces todo comenzó.