sábado, 5 de junio de 2010

Capítulo IV: The Fool

- Buenas noches- me dijo el señor Tod, sonriente y triunfal mientras me apuntaba con la video cámara.
- ¿Qué? ¿Qué haces tú aquí? ¿Qué haces con esa cámara?
- No tengo costumbre de ir allí a donde no me han invitado.
- ¿Quién eres realmente? ¿Qué pretendes? Por favor… Por favor –supliqué- déjame en paz.
- Grabarte, evidentemente. Pensé que te gustaría ver los cambios que he introducido en mi última creación –apuntó mientras me miraba fijamente con aquellos ojos que parecían salirse de sus cuencas oculares, que a pesar de la existencia de los párpados se negaban a utilizarlos-. Es una maravilla, es como si poseyera voluntad propia, ¿no crees? Es maravilloso cómo las obras pueden cambiar según son creadas, transgrediendo por si mismas el sentido original con el que fueron creada y cobrando vida. Sigue así, esa expresión de horror cuadra perfectamente con la trama principal de la historia. Sencillamente maravilloso.

No recuerdo que dije, ni tampoco qué es lo que hice, ni cómo concluyó todo aquello. Sólo sé que de repente caí en la cuenta, me inspiré y supe con total certeza que significaba todo aquello. Comprendí cuál fue nuestro error, de los componentes de das Kreis, y que no estaba equivocado del todo al pensar que aquello era una mala broma. Demasiado retorcida para tener gracia, incluso. Tot era la transcripción griega de Dyehuty. Sin embargo no sólo es una deidad egipcia, tot es el participio del verbo morir en alemán, así que convocamos al muerto, o en otras palabras: llamamos a la muerte. Que, ironías de la vida, en alemán es die Tod. Había decidido divertirse con nosotros para dar vida (con nuestra muerte) a su nueva obra, que había espado de su control y había decidido terminar abruptamente el trabajo.
Todo tiene un principio y un final. El sentido de la vida no termina con la muerte, sencillamente es parte del ciclo. Pueden extraerse muchas conclusiones de las distintas culturas que han abordado el tema de la muerde desde diferentes perspectivas, pero cuando uno ya no está vivo, pierde el interés en estas cosas.

¿Lo ve? No mentí cuando dije que mi historia al menos era entretenida, aunque se base en una mala broma y en un pésimo juego de palabras. A veces hay que tomarse las cosas con humor.

- Vaya, ¿así que al final hicieste un trabajo a partir de un chiste malo?
- Bueno... eh... Sí, eso hice.

1 comentario:

Hinageshi dijo...

Tot es Todo en valenciano :p